miércoles, 1 de febrero de 2017

Yo se que mi Redentor vive !

JOB 19:25-26 ... " Yo se que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios ".

Poderosa declaración para un hombre quien la calamidad extrema estaba pasando por su vida ! En el hebreo, Redentor viene de la palabra hebrea go'el, que significa el pariente más cercano quien tiene derecho de hacerse responsable de cualquier necesidad que haya podido abrumar a su pariente. Y un ejemplo muy marcado fue Boaz en la vida de Ruth (Rt. 3:12-13; 4:2-10), y sin lugar a dudas Jesucristo, Rey de Reyes y Señor de Señores quien nos redimió del pecado y de la muerte.

La palabra describe a Job en 1:8 como un varón perfecto, que no había otro hombre como el en la tierra, recto, temeroso de Dios y apartado de todo mal. Era sin lugar a dudas un hombre como pocos, siervo del Señor, modelo de confianza, paciencia, fe y obediencia. Pero, al igual que todos nosotros Job estaba ocupado en sus asuntos de vida tal y como nos sucede a nosotros. Pero Job no se había percatado de que él se había convertido en el centro de atención de Dios y sabemos por experiencia propia que de la misma manera que Dios pone su atención en nosotros, Satanás lo hace de igual forma e inevitablemente pasamos a ser el campo de batalla donde tiene lugar el conflicto entre Dios y Satanás. Definitivamente sentiremos la batalla en todo nuestro ser. Ahora bien .... porqué Job hizo esa declaración tan profunda en medio de esas circunstancias tan llenas de un profundo quebranto ?

De la más profunda angustia y las inmensas calamidades surge este clamor; un clamor que deja dicho que aunque su prueba era casi catastrófica, él sabía que su Go'el vivía !! Clamó no con la fe que desconfía, con la fe que decae cuando amanece y vemos que la prueba sigue presente, sino, que clamó con la fe que daba certeza, con fe que grita con seguridad, creyendo lo que clamaba aún viviendo en su propia carne los estragos de la prueba. La fe en este clamor estaba llena de valor, de plena conciencia no solo de su situación, sino también de que saldría de ello en algún momento, de que lo prometido por su Redentor sería cumplido, un clamor lleno de la más intensa pasión y coraje; ese coraje que te impulsa a continuar. YO SE QUE MI GO'EL VIVE !!! El sabía que su Redentor era real, que estaba vivo, que observaba con detenimiento y en detalle lo que acontecía en su vida, que escuchaba cada gemido que salía del alma de Job cuando a veces las palabras no salen, que aunque la circunstancia dijera entre comillas que Dios se había olvidado de Job, no era cierto, que aunque Job, nosotros, tu y yo, no le sintamos en esos períodos oscuros y sombríos de nuestra vida, nuestro dulce y tierno Redentor siempre está presente. Dios está con nosotros, vive en nostros, sufre con nostros, se duele con nosotros y se goza en nuestras victorias. Job reconocía por medio de este clamor que aunque su corazón y su vida se sentía desfallecer por el dolor, esas pruebas no impedirían su crecimiento en la carrera de la fe. El sufrimiento es parte de nuestra vida, de esta naturaleza caída por el pecado, pero Job sabía que en su tiempo vería el obrar de su Redentor en su vida. Con este clamor Job también dejó dicho entrelíneas una promesa mesiánica sobre Jesús el Salvador.

Dentro de un mundo donde muchos "creyentes" se tornan "ateos" en tiempos de pruebas, Job decide en un clamor de convicción que en su vida su Redentor estaba vivo y que no estaba enajenado a su realidad de vida, que intervendría en su justo momento. Su fe, su entereza, su convicción, su paciencia, su capacidad de entregar todas las áreas de su vida, su valor, su constancia, hicieron que Job sí viera a su Redentor en acción libertadora en su vida y bendiciendo todo su ser de una forma extraordinaria. Ten presente que en cada situación que vivimos, Dios tiene el absoluto control, que no ignora ninguna de nuestras lágrimas, que cada gemido que nace del alma herida no pasa inadvertido ante su presencia. Que así como el siervo Job pudo ser levantado, de igual forma seremos levantados también. Que nuestro Go'el hará cosas extraordinarias a nuestro favor precisamente en estos tiempos extraordinarios que nos encontramos viviendo. Que no tenemos que entender nada, que no tenemos ni debemos cuestionar lo que el hace en nuestra vida, que no tenemos que mirar por el camino que vamos, nosotros vamos andando en fe y no por vista. En estos días oraba al Señor pues a veces uno se siente perdido y sin rumbo, y nosotros como humanos queremos saber para donde vamos o hacia donde el nos lleva. El Espíritu Santo tan hermoso, habló a mi vida diciendo que no preguntara más hacia donde me lleva. Que me concentre en hacer lo que me llamó a hacer, que retomara ciertas cosas que había dejado, que me concentrara en mirarlo y escucharlo solo a el y que yo vería lo que haría. No solo habló a mi persona en el espíritu, increíblemente dos experiencias más me regaló ayer cuando su palabra se derramó sobre mi vida mediante siervos que ni conocen a uno y en el servicio de la noche en la iglesia de igual forma bendijo mi vida con su palabra. Porque su palabra es fiel y verdadera. Porque el no miente y a veces uno toma cosas como que quedaron en el olvido, porque han pasado años no veremos su cumplimiento .... pero que equivocados estamos ! Ninguna palabra que sale de la boca de Dios retorna atrás vacía. Lo que sí debemos hacer es reevaluar nuestra vida. Qué estamos haciendo con lo que el nos dio. A quien le hacemos caso. Por quien nos estamos dejando llevar; por las emociones ? por lo que veo ? por lo que siento ? por lo que no me gusta ? por lo que no me hace sentir bien ?

Aún en su situación, Job no apartó su mirada ni su confianza de su Redentor. No se dejó intimidar por los comentarios de sus amigos, no se dejó intimidar por la forma que había quedado su piel ni por la forma en la que su familia de repente había desaparecido; NO; el se dejó llevar por la fe y la convicción de que el mismo que permitió su dura prueba sería lo suficientemente fiel como para librarlo de ella en el momento oportuno. Y que mientras le libraba el extraería hasta el más mínimo detalle de las enseñanzas que el Redentor le estaba brindando. Cada prueba es una lección de enseñanza y aprendizaje. Es parte de nuestro caminar y son cosas que no podemos ni tan siquiera pedir que sean quitadas de nuestro camino pues de lo contrario nunca aprenderemos las cosas que Dios quiere que aprendamos y entendamos. Según Job tuvo la convicción de la presencia de su Redentor, al igual que yo tengo esa convicción de su presencia, de igual forma así tú, como pueblo de Dios debes descansar y creer en que el Redentor que libró a Job de su calamidad y lo bendijo de forma extraordinaria, así mismo hará con tu vida. La obra que ha comenzado en ti el la está perfeccionando. Lo crees ?

" De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven ". Job 42:4

Verónica López Aquino
1 de febrero del 2017
Shalom ! ! !




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