miércoles, 13 de julio de 2016

Dónde está tu mirada puesta

Filipenses 3:18-19 dice ... " Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aún ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su verguenza; que sólo piensan en lo terrenal ".

Cuando el apóstol Pablo expresa estas palabras se está refiriendo a los judaizantes, quienes servían como esclavos al vientre. Cuando aplicamos esta palabra a nuestra actualidad de hoy y en su contexto más amplio, se refiere que el dios del vientre es ese dios de sus propios apetitos. Estos apetitos se manifiestan de muchas formas y maneras. Por ejemplo:
               * prácticas antinómicas - contradicción u oposición entre dos leyes o dos principios racionales
               * glotonerías - acción de comer con ansias y en exceso. Calidad de ser glotón
               * materialismo - actitud en una persona que da un excesivo valor a las cosas materiales
               * el sexo
               * codiciar ( ya sea personas, cosas materiales, objetos, etc )

Estas apetencias causan rivalidades no solo de unos a otros, sino que también, con uno mismo. Todos estos dioses esclavizan a las personas, se vuelven insaciables, solo pueden producir satisfacciones momentáneas. La causa de ello es que su mente, sus deseos, su corazón están puestos en lo terrenal; les causa orgullo y viven solo para sí y sus deleites. Cuando has tenido un verdadero encuentro con Cristo Jesús nuestra mirada, nuestro corazón, nuestro deseo son solamente las cosas que nos han de llevar a la eternidad con el Padre porque sabemos que cuando buscamos al Señor, él se encarga de nuestras necesidades. Uno debe cultivar una relación íntima con el Señor, y cuando comienzas a conocer el corazón del Padre Celestial te das cuenta que no hay nada terrenal en su pensamiento y corazón para nosotros y nuestra vida. La mirada puesta en lo terrenal solo denota una falta de conocimiento sobre Cristo y su Palabra; denota falta de intimidad con el Padre; denota poco interés en esa salvación que Cristo nos otorgó y que costó sangre y mucho sufrimiento. Simplemente, es una vida que anda tras los placeres terrenales sin ningún temor a las consecuencias de estos actos. Bien lo dice en 2 Pedro 2:19b ..; "Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció ".

Amados hermanos, existe una línea muy delgada entre lo correcto y lo incorrecto; entre lo que debemos hacer y lo que no; entre lo que debemos aceptar y lo que no debemos aceptar. Tengamos mucho cuidado porque de igual forma hoy día se ha levantado esta teología de tanta prosperidad, de tantos excesos, de tantas declaraciones "proféticas" como para que las personas se hagan ricas de la noche a la mañana y las personas no se dan cuenta que están cayendo en hechicerías y actos de una pitonisa. Cuando nosotros nos concentramos en los asuntos del Padre, en los asuntos del Reino, sin lugar a dudas Dios se encarga de cada una de nuestras necesidades. " Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas ", Mateo 6:33. La palabra de Dios es fiel, verdadera y nunca nos falla. Agarrarnos de la palabra, vivir en oración, en intimidad con el Espíritu Santo, vivir una vida que agrada a Dios, vivir para agradarle solo a El es lo que nos va a enseñar todas las cosas y vamos a saber discernir los vientos contrarios que se presenten en nuestras vidas.

Cuidemos nuestro pensamiento, cuidemos nuestro corazón, cuidemos nuestros anhelos que no se conviertan en nuestros enemigos. Busquemos a Cristo, exaltemos su nombre, vivamos en su secreto, y " Pongamos la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra ". Colosenses 3:2

Shalom,
Verónica López





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